SI LOS METS INTERCAMBIAN A MAX SCHERZER Y JUSTIN VERLANDER, SURGEN PREGUNTAS DIFICILES PARA LA ROTACION DE 2024
igamos por el bien de la discusión que los Mets cambiarán a Justin Verlander y Max Scherzer este mes.
Aquí hay dos preguntas relacionadas que han pasado desapercibidas en los últimos días: ¿Quién exactamente lideraría la rotación titular la próxima temporada, cuando el equipo presumiblemente tendrá aspiraciones de campeonato similares
Y reemplazar a los dos futuros miembros del Salón de la Fama este invierno llevaría a los Mets a comprometer su futuro a largo plazo mucho más de lo que ya lo han hecho?
A pesar de todo lo que salió mal con los Mets de 2023, un aspecto de la estrategia del equipo sigue luciendo muy acertado: la aversión a los contratos de agentes libres a largo plazo para los lanzadores abridores.
Verlander y Scherzer han tenido un desempeño inferior, pero la brevedad de sus contratos (dos años más una opción de jugador para Scherzer; dos años más una opción de adquisición de Verlander) significa que sus declives no afectarán a los Mets por mucho tiempo.
A pesar de todos sus gastos la última temporada baja, el contrato de ocho años de Brandon Nimmo fue el único contrato de los Mets de una duración irracional.
El equipo dio un paso atrás con gran alivio y vio que los Rangers de Texas le ofrecían a Jacob deGrom cinco años, y los Yankees le ofrecían a Carlos Rodon seis. DeGrom se ha sometido a una cirugía Tommy John desde entonces; Rodón hizo recientemente su debut en la temporada y aún podría convertirse en campeón de los Yankees, pero hasta ahora, Verlander ha sido el más productivo del trío en 2023, con el beneficio adicional de ser un jugador de corta duración.
Sin Verlander y Scherzer, los Mets tendrían a Kodai Senga, José Quintana, David Peterson y Tylor Megill como sus cuatro opciones principales para la rotación del próximo año. Obviamente se sumarán a eso, pero será complicado hacerlo sin introducir el tipo de riesgo a largo plazo que hasta ahora han evitado.
Los mejores abridores de agentes libres para el próximo año son Shohei Ohtani, Blake Snell y Julio Urias. Snell, de 30 años, es el mayor de ese trío, y cualquier as de la agencia libre de 30 años o menos puede esperar razonablemente un contrato de cinco, seis o siete años (y, si bien esta no es una columna de Ohtani, basta decir que no podemos encontrar a nadie en el béisbol que crea que Ohtani firmará en Nueva York).
Antes de que los Mets intercambien a Verlander o Scherzer, la gerencia tendrá que generar proyecciones de cómo se verán Urias y Snell no solo en 2024, sino en 2025, 2026, 2027 y más allá. ¿Es realmente una mejor apuesta darle siete años a un as joven que darle tres años a un as envejecido?
En algunos casos, seguro. En muchos casos, de ninguna manera.
Otra opción de rotación muy intrigante para los Mets el próximo año y más allá será el as del béisbol profesional nipón Yoshinobu Yamamoto, que tiene solo 24 años.
Un evaluador familiarizado con Yamamoto lo describió como “Chris Bassitt con más velocidad”, lo que significa que tiene un amplio repertorio de lanzamientos como el ingenioso Bassitt, pero una bola rápida más firme. Ese evaluador proyectó a Yamamoto como el abridor No. 2, o el No. 3 en un equipo campeón.
A diferencia de Senga, los evaluadores no especulan que Yamamoto terminará en el bullpen. Debido a eso, probablemente ganará significativamente más que los cinco años, $75 millones que los Mets le dieron a Senga en septiembre pasado.
El gerente general de los Mets, Billy Eppler, ya viajó a Japón este año para ver a Yamamoto. Como fue el caso de Senga, las profundas conexiones y la credibilidad de Eppler en ese país podrían ayudar a darle a los Mets una ventaja en la agencia libre de Yamamoto.
En otras partes de la agencia libre, habrá muchos otros titulares para que los Mets exploren, desde Lucas Giolito hasta Eduardo Rodríguez (quien tiene la opción de no participar), Aaron Nola, Jack Flaherty, Luis Severino, Frankie Montas, Tyler Mahle y James Paxton. a Alex Cobb.
Cada uno de esos jugadores trae su propia combinación de ventaja y riesgo, y uno o dos de ellos podrían ser una buena jugada a corto plazo. Pero ninguno se proyecta como el as de un equipo que juega en la Serie Mundial de 2024.
Tampoco estamos diciendo que las versiones actuales de Scherzer y Verlander lo hagan. Pero para la salud a largo plazo de los Mets, el equipo debe estar seguro antes de pedir que renuncien a su cláusula de no intercambio de que reemplazarlos no dejará a la organización en un lugar aún peor.
Por: Ray Avila
Quisqueya International Deportes
La Chercha Deportiva N.Y.
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